jueves, 23 de diciembre de 2010

tenga ustè una feliz navidad y un pròspero año viejo

Los ùnicos que no envejecen son los muertos. Por eso cuando alguien muere a otro le toca envejecer. Fui una niña vieja.
Pensè en el sentido que tenìa para mi la navidad, le dije a Lucas Es una farsa, estàn todos muertos, hasta papà noel que casi nunca lo creì vivo tambièn se muriò.
Ahora me acuerdo de una vez que tuve que escribir mi autobiografìa para la escuela y marquè el correr del tiempo con la mesa que se achicayseachica en navidad. De alguna forma siempre hice que la navidad y la muerte se dieran la mano.
Papà noel murió sin que alguna vez lo dejara existir. Fui una niña vieja. Acaso lo soy.

sábado, 18 de diciembre de 2010

historia (La que se cree niña huye detrás del beat)

Había una vez un señor y una que se creía niña.
La que se creía niña no pararía de pronunciar o acaso lo haría huyendo. El señor esperaría una semana de noches, tal vez dos.
La que se creía niña no volvería.
El que se creía hombre ya no esperaría, acaso como si nunca lo hubiera hecho.


viernes, 10 de diciembre de 2010

un rec.

Me preguntò què animal serìa yo si fuera un animal. El colectivo se movìa aunque no màs ràpido que las imàgenes dentro de mi mente.
Me mirè los pies mugrientos y pensè en mi casa palacio, en los libros y los brujos, en la "coherencia y rectitud" de ese mundo despoblado de hombres donde cualquier señal por màs estùpida que fuera podìa cobrar el sentido del màs simple-comprensible-y explicable càlculo matemàtico. Pensè de nuevo en mis pies, en mi sombra humana en movimiento. Pensè en mi gato descansando en el sillòn Luis XVI y devorando un pàjaro con esas mismas garras y dientes. Pensè en mis pies mugrientos, en los muebles antiguos, en mis miles de manos y extremidades huyendo de mi sombra, en la jaula, en el pájaro, muerto. Pensè en cuando hace frìo y me quedo quieta para que me acaricien el pelo, que se expande como una enredadera, tan quieta como puede estar alguien que en algùn momento va a saltar, abrièndo sus manos, como un gato.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

domingo, 5 de diciembre de 2010

o el monstruo que vive abajo de mi cama

En algùn lugar entre mi almohada y mi mesa de luz està el triàngulo de las bermudas. Hace semanas que cualquier vidrio, espejo o idea que estè a unos metros a la redonda, de alguna u otra forma termina estrellada a centìmetros de mi cabeza.
El que una idea, vidrio o espejo se rompa en mil pedazos tan cerca de donde una apoyarìa el pie, hace que salir de la cama se convierta en una odisea tal vez innecesaria.

martes, 23 de noviembre de 2010

yo maùllo a la nada en la noche
la noche a la nada muda

un vientre se expande para decir aquì tambièn hay un hueco de silencio
en este cuerpo que parece ser de cualquiera menos mìo

lo ùnico que nace es la noche
qué triste es esta nada

viernes, 19 de noviembre de 2010

viernes, 12 de noviembre de 2010

esas cosas chiquititas

J'aime la pluie, mais ce que je préfère c'est quand, après plusieurs jours de pluie, apparaît le soleil.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

dicen que serìa un fiestòn de antologìa


Casi me olvido de contar:
que este viernes (, andà perfumàndote) hay una fiestecita.
que no lleves bebida porque va a haber barra (popular) y no lleves mùsica porque va a haber en vivo y djs.
No, proyector y videos alucinantes tampoco traigas, ya va a haber.
, que tiempos verbales raros. La vida es asì, y asà.

jueves, 4 de noviembre de 2010

mírela como si nunca la hubiera visto

Yo me acordaba mucho de su cuerpo y no de su imagen ¿Còmo pedirle que no me adivinara cuando yo lo desaparecìa?
Esos dìas andaba yo jugando a la científica de la vida cotidiana, pidièndole que por favor si iba a romper un paradigma, tirar abajo mis supuestos, subvertir la hipótesis de que él me amaba aunque fuera una máquina de decirme no, lo hiciera con cuidado, porque aùn en mis dìas màs positivistas, tenìa corazòn.
nota: desde que me tocó un boleto capicúa y tuve la peor semana del universo subirme a un colectivo se tornó la más aterradora de las actividades.

jueves, 28 de octubre de 2010

no hablen, no tienen ningùn minuto

eso que nunca dirìa aunque me obligaran
aunque fuera lo ùnico que tuviera para decir
aunque no decirlo me convirtiera en la mujer de hielo
más lejana
más deshabitada
desierta

aunque pareciera esa isla
que a veces parezco
con tal de no decir
eso que a veces deberìa

miércoles, 27 de octubre de 2010

los lunes al sol

y entonces cuando ya no me queda nada
y todo lo que queda no lo quiero
y ya ni me puedo imaginar eso que antes

me doy cuenta que despuès de las siestas
no hay otra opciòn vàlida que la de seguir durmiendo

que mis anteojos ya no me sirven
sino para que sean hace meses, esos
dos redondeles en la mesa

martes, 26 de octubre de 2010

la niña que sigo siendo

Gustar de un chico (pero gustar ¿eh?) es como cuando salìs a la calle en otoño y hace frìo y sol; es como escuchar muchìsimas veces una canciòn re linda; como jugar al ta-te-ti y no parar de ganar, y no parar de ganar, y. Es no querer irte si està cerca, aunque no te hable ni le hables; es como pintar una pared de tu color favorito o cerrar los ojos con muchìsima fuerza hasta que aparezca, no sè, un bosque... o hasta que te duela. Es como bajar una escalera saltando y tener cinco años, siete, catorce, los años que quieras.

Tambièn es recortar: una parte del ojo, un color, la forma de esa pestaña, de ese lunar.

Gustar de un chico es que èl no guste de vos y entonces no decirle a nadie, nunca.

http://yanosoyuncaracol.blogspot.com

recorte

A veces el prefiere ser poeta y sufrir

jueves, 21 de octubre de 2010

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CADA UNA/O SE IMAGINA LO QUE QUIERA
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viernes, 8 de octubre de 2010

la vida, ese paréntesis

Parte I

Me desperté como todos esos últimos días a las siete de la mañana con el corazón latiéndome como si llegara tarde, aunque todavía tuviera casi una hora más de sueño (pero los nervios son insómnicos así que) dí una vuelta más entre las sábanas vacías (de ese día, la semana anterior, y seguramente las que vendrían), agarré el conejo mínimo (que había sido robado en un rapto de valentía con la excusa, acto psicomágico o requerimiento moral de buscarle un hogar mejor) que había aterrizado (sin meditación mediante) en mi cama para seguramente quedarse como compañero infinito; agarré sus manos e hice que me tocaran la nariz y el cachete.

Parte II

Bajé. La casa grande tenía un silencio que lo devoraba todo. Todo. Mis pantuflas devoraban los sonidos de mis pies. Las siete de la mañana devoraban el sonido del día. El ruido del sueño de las amigas. La música eterna del inquilino.

Parte III

Pensé que estas siete de la mañana que me llamaban últimamente eran un paréntesis del tiempo. Del mundo. Que eran un paréntesis que me gustaría llenar con mate (que hiciera ruido al terminarse el agua) y con tostadas (que se escuchara el resorte de la tostadora (si es que las tostadoras tienen resortes que hacen ruido))

Parte IV

Pensé: paréntesis, mirá cómo te lleno con (ruido de mate, tostadas y recuerdos)

Parte V

Había en la mesa una azucarera, la azucarera. Yo no le pongo azucar al mate, pero la revuelvo mientras tomo.

Parte VI

Ahí entre los pliegues de mi cerebro encontré la escena de aquélla vez, la única vez que decidí declararle mi amor a alguien. Que lo decidí, y creí concretarlo. No como cuando encerrada en el placard juraba decirle hoy, sí hoy, no pasa de hoy, a Miguelito que gusto de él, sí que si quiere ser mi novio, salgo del placard voy al jardín y se lo digo. Esas veces no. Digo que encontré las imágenes apalabradas de cuando sí me creí tan valiente. Ahh, El Amor y La Verdad.

Parte VII

Declaración de amor:

Mirá, la verdad no entiendo cómo puedo gustar de vos si pienso que sos un cobarde, que nunca te jugás por nada, que no decís lo que pensás ni hacés lo que decís, que estás todo el día quejandote de todo y lo único que sabés hacer es destruir. (Puede que también haya utilizado algún equivalente a no valés nada, o alguien que valga tan poco)

Parte VIII

De repente el paréntesis se llena de gracia. Yo esperaba que con eso él quisiera ser mi novio, de alguna estúpida forma para mi eso significaba mirá todo lo que (te quiero)

Parte IX

(de nuevo) Qué estúpida.

Parte X

Pensé que si mi risa bailara se movería como los granos de azúcar al caer.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

martes, 28 de septiembre de 2010

el niño bueno

No sabré desatarme los zapatos y dejar que la ciudad me muerda los pies
no me emborracharé bajo los puentes, no cometeré faltas de estilo.
Acepto este destino de camisas planchadas,
llego a tiempo a los cines, cedo mi asiento a las señoras.
El largo desarreglo de los sentidos me va mal. Opto
por el dentífrico y las toallas. Me vacuno.
Mira qué pobre amante, incapaz de meterse en una fuente
para traerte un pescadito rojo
bajo la rabia de gendarmes y niñeras.

J.C

domingo, 19 de septiembre de 2010

qué fantástica, fantástica esta fiesta

El sábado que viene, el Bachillerato popular Miguelito Pepe, del MOI hace una fiesta. Sí, un fiestón, por eso papá Freire pone esa cara. Todo va a estar tan barato, las bandas tan lindas, la comida tan rica.. que si vas, te va a quedar la cara como el batero de los Bay



Dale, no seas amarrete/a y compartí la alegría con tus amigos, amigas y simpatías


jueves, 16 de septiembre de 2010

4 pasos, el camino de la resignaciòn

1- Comience por sentirse miserable, despreciable y poca cosa. Enumere sus desgracias, clasifìquelas (use el criterio que prefiera, a ser: fechas, tipos (mala salud, mal de amores, mala leche, mala fortuna, mal de dinero, mal de todos los males, etc.)
2- Piense que todo lo que le podìa salir mal saliò mal. Que usted està en un pozo muy profundo (què oscuro ese pozo). Que usted le sonriò a la vida y la vida le mostrò el culo. Imagìnese (de imagen) que todas las cosas que le salieron bien fueron opacadas por la sombra de lo terrible - y ahora lo bello es eso que tambièn lastima-.
3- Retome la escena del pozo profundo y oscuro. Diga en voz alta "Toquè fondo" y sonrìa. Piense que ha llegado al tope de la desgracia, que usted se siente tan mal que no podrìa estar peor y eso es algo bueno, porque ahora se encuentra con una suerte de escudo, algo asì como inmunizado al incremento de dolor.
Ya està listo:
Sièntase como un tigre que soporta otra raya.
4- Lo cierto es que el pozo siempre puede hundirse un poco màs, y nuestra caìda ser un poco màs profunda. Es el momento de la verdadera resignaciòn. Tome nota de que usted no es un tigre y cada nueva raya deja marca. Sitùese a un costado de la vida como quien mira las cosas pasar y ya no puede ni le interesa hacer nada. Nada.

sábado, 11 de septiembre de 2010

la ola es una opciòn, y sin embargo galopa

El pasado a veces vuelve como una ola. La cuestiòn està en decidir (si acaso se puede decidir) si queremos ganar o ser eso que queremos ser. Por què ganar y ser eso que quiero ser me quedan en orillas opuestas de la ola? Porque la ola no tiene orillas, y entonces no deberìan ser opuestos y si el pasado vuelve... simplemente no deberìan.
Pero llega la ola y el corazòn me galopa fuerte. La ola es una opciòn y sin embargo galopa.
Prefiero que la ola del pasado me haga galopar el corazòn y no tener esa marea dentro.


A veces odio mis mareas.

jueves, 9 de septiembre de 2010

jueves, 2 de septiembre de 2010

20

dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe

A.P.
árbol de diana

martes, 24 de agosto de 2010

eso

(si total existen amigas que escriben tan lindo)



el nombre de tu nombre me golpea la cabeza, me dibuja el piso, me deshace el hambre. yo, cuentagotas de mar, espero impaciente que se acabe el cuento. o que vivamos vida.

en la línea que nos encuentra y nos vuelve dos, uno, otro, descansa el tiempo. con la mera pretensión que: de ahí para acá nombre, de ahí para allá tierra. y vos la línea. lo uno. lo otro. el trazo. los dos. el entero

la maraña me protege del resto. falsa la ilusión del cuidado, falso el escudo. la maraña no es sino el retorno de la recta deshecha, del tiempo desierto y sin mediación.
el nombre de tu nombre me atropella. habla por mí. escribe por mí. separa tu vos(z) de mi.

el nombre de tu invento es el nombre de todos los nombres. es el orden de las reglas del juego, el que no elegimos. el tirano que adoramos.
mi nombre no tiene eco sino en el hueco que tejen los límites de lo que nombras, del cielo de papel muerto, del cerco siempre abierto y que no lleva a ningún sitio, que no cede en ningún hecho.
la rosca de la tapa, el nombre del vacío, el significado libertario.

viernes, 20 de agosto de 2010

Debajo de mi piel estaba la muerte. La muerte no sentada. La muerte sin rincón. Detrás de mis manos la sombra arremolinada.

La sombra es esa parte de mi sangre que espera agazapada.
Mi mano es esa parte del mundo que se arrastra entre la tierra.

martes, 3 de agosto de 2010

viernes, 30 de julio de 2010

5 ejercicios básicos de extrañamiento. Cómo obtener una buena actitud filosófica o alcanzar estados alterados de conciencia en época de escasez

1- Tome una palabra, elija cualquiera y comiéncela a repetir. Varíe las velocidades de repetición, sepárela en sílabas y continúe el proceso. Hay palabras que son más resistentes que otras, como por ejemplo tomate (pruébese con ellas al haber realizado todos los ejercicios). Hay otras más fáciles por las que puede comenzar, a ser: almohada.

2- Extráñese de su entorno. Puede elegir la naturaleza para empezar ya que si vive en la ciudad puede ser un espacio extraño de por sí. Piense en el canto de los pájaros, en el olor de la tierra, la textura de una hoja, el tamaño de una hormiga. Mire fijo el cielo hasta notar el movimiento de las nubes. Cuando haya pasado a un nivel más profundo de extrañamiento podrá sentir nauseas, acaso adjudicárselas a la rotación planetaria.

3- Diríjase a un subte o tren. Comience por escuchar el traqueteo, aíslelo de los demás sonidos mientras mira las caras de los demás viajantes. Piense en el contraste del sonido del tren o subte con las expresiones de cansancio, aburrimiento y resignación. Intente enmarcar cada cara como si fuese un cuadro, asómbrese de la inmovilidad dentro del transporte. Ahora comience a abstraer conversaciones y escúchelas de a una a la vez. Piense en la lejanía, la privacidad en el espacio público, el anonimato. Ahora intente escuchar todos los sonidos y conversaciones a la vez. Sorpréndase de las limitaciones de sus procesos de atención, percepción y comprensión.


4- Una vez que haya usted realizado los anteriores ejercicios se encontrará en condiciones de pasar a un nivel de mayor profundidad. Esta es una técnica que podrá utilizar en todo momento incluso mientras repite los ejercicios 1, 2 y 3. Mírese. Mírese mirar, mírese pensar, mírese su cara de cansancio, aburrimiento y resignación, mírese andar en bicicleta, incluso pruebe mirarse en ángulos a los que nunca podría llegar con un espejo. Mírese de espaldas comprando chocolates en el kiosco, desde arriba haciendo la cola en la verdulería. Piense en usted mirando cómo se mira.


5- Logre ser escritor y protagonista a la vez. Narre sus pensamientos. Piense en tercera persona. Sea su propio narrador omniciente, el que ve y siente, el que ve y siente, el que ve y siente (léase con tono de eco, extráñese de los fenómenos acústicos). Sorpréndase de cómo su vida cansada, aburrida y resignada puede guardar tanto parecido con una película de cine independiente, y de cómo cada acto, si es narrado, puede hasta parecer interesante.


Pequeños ejercicios de refuerzo:


a) Tome los conceptos de todo y nada. Utilícelos al comienzo o al final de una oración alternándolos. Por ejemplo: Nada me viene bien- Todo me viene bien. No me pasa nada- Me pasa todo. Asómbrese de cómo los opuestos pueden volverse sinónimos.


b) Vaya al psicólogo. Recuéstese en el diván. Haga asociación libre. En los silencios practique el ejercicio 4. Piense en el hecho de decirle a un extraño que mira pero no se ve todo lo que se le venga a la mente sin selección previa, juicio o censura. Repita el ejercicio 4. Páguele al analista repitiendo el ejercicio 4.


Extráñese. Sorpréndase.

Sino lo logra pueden pasar dos cosas, usted está muerto o este manual de ejercicios es inútil.
Bonus track: Sienta curiosidad, extrañamiento de cómo tan magníficas instrucciones pueden llegar a ser tan inservibles.



miércoles, 28 de julio de 2010

LOS DERECHOS HUMANOS PARA LAS HUMANAS

CAMPAÑA NACIONAL POR EL DERECHO AL ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO
EDUCACIÓN SEXUAL PARA DECIDIR – ANTICONCEPTIVOS PARA NO ABORTAR
ABORTO LEGAL PARA NO MORIR


Viernes 30 de julio 2010 - Avda. 9 de julio y Moreno 12 hs.- CABA
http://www.abortolegal.com.ar- tp://abortolegalseguroygratuito.blogspot.com/ legalizacionaborto@yahoo.com.ar

simpatìas

Entré haciendo ruido, zapateé, mastiqué tan desagradablemente el chicle como pude para molestar. Pasé mis manos por cada barrote de la reja de la ventana generando una suerte de música. Sacudí mi florido y seco pelo en tu cara, me encargué de que más de un mechón se metiera en tus ojos y en tu boca.

Silbé, aplaudí, inventé una tos forzada en la cual intermitentemente escupí. Corrí los sillones, te rompí un dibujo, te maquillé la cara, saqué plata de tu billetera y dibujé bigotes en la foto de tu documento. Tiré un plato al suelo, abrí la pasta de dientes, la apreté en el medio, pegoteé el lavabo y tiré la tapa por el inodoro. Revolví la mesa de luz, me comí absolutamente todos los chocolates del escondite mientras me mirabas impávido. Me metí por debajo de la mesa y até los cordones de tus zapatillas con un solo nudo para que te cayeras, lo hice de todas las formas menos sigilosamente. Abrí la carta de tu mamá, leí las de tus ex novias, le di cerveza al perro y abrí todas las ventanas para que murieras de frío. Te clavé intermitentemente el dedo en el hombro por horas hasta que lo metì en tu oreja y nariz. Rayé las paredes de tu living con crayón naranja y llené tu baño blanco y recién lavado de garabatos rojos. Me saqué las medias y las dejé arriba de la mesa. Revolví el café mojando la cuchara y después la metí en la azucarera, volqué el azúcar en la mesa, me chupé el dedo y lo arrastré por la madera pegándome los granos en la piel para luego llevármelos a la boca. Arrastré las uñas por la pizarra verde. Abrí paquetes de golosinas mientras mirabas una película, me froté y lustré mis dientes con el índice. Probé absolutamente todos los sonidos de mi celular mientras hacía burbujas de baba. Eructé, me arranqué el pelo, canté finito, increíblemente finito. Tiré agua arriba de la cama, leí con vos estúpida tus cuentos, interpreté un dibujo animado durante horas, te pellizqué los cachetes y te estiré los labios .

...

...

...

Hice todo eso, y ni aún así conseguí que lograras verme.


(fin)

martes, 27 de julio de 2010

Duelo y melancolía

Qué es peor

si la pobreza de este cuerpo vacío

o el vacío de este mundo infernal

¡oh melancolía!

¿Con qué luz se iluminarán las cosas que no están?

miércoles, 21 de julio de 2010

eso, casi mucho

la piel se cae
se me cae
como si de ello dependiera mucho
de ello depende mucho el mundo


un millón de veces sin palabras
un millón de palabras sin silencios

mis piernas pesaron un siglo
es cierto

mirá lo que te digo,
encontrá la piel
debajo de la tierra

no,
no la encuentres
mejor
que se entierre en el olvido

sábado, 10 de julio de 2010

martes, 6 de julio de 2010

mi cuerpo: esa cosa

para leer encomillado


Capítulo 61



No podré renunciar jamás al sentimiento de que ahí, pegado a mi cara, entrelazado en mis dedos, hay como una deslumbrante explosión hacia la luz, irrupción de mí hacia lo otro o de lo otro en mí, algo infinitamente cristalino que podría cuajar y resolverse en luz total sin tiempo ni espacio. Como una puerta de ópalo y diamante desde la cual se empieza a ser eso que verdaderamente se es y que no se quiere y no se sabe y no se puede ser.

.....Ninguna novedad en esa sed y esa sospecha, pero sí un desconcierto cada vez más grande frente a los ersatz que me ofrece esta inteligencia del día y de la noche, este archivo de datos y recuerdos, estas pasiones donde voy dejando pedazos de tiempo y de piel, estos asomos tan por debajo y lejos de ese otro asomo ahí al lado, pegado a mi cara, previsión mezclada ya con la visión, denuncia de esa libertad fingida en que me muevo por las calles y los años».

Puesto que soy solamente este cuerpo ya podrido en un punto cualquiera del tiempo futuro, estos huesos que escriben anacrónicamente, siento que ese cuerpo está reclamándose, reclamándole a su conciencia esta operación todavía inconcebible por la que dejaría de ser podredumbre. Ese cuerpo que soy yo tiene la presciencia de un estado en que al negarse a sí mismo como tal, y al negar simultáneamente el correlato objetivo como tal, su conciencia accedería a un estado fuera del cuerpo y fuera del mundo que sería el verdadero acceso al ser. Mi cuerpo será, no el mío Morelli, no yo que en mil novecientos cincuenta ya estoy podrido en mil novecientos ochenta, mi cuerpo será porque detrás de la puerta de luz (cómo nombrar esa asediante certeza pegada a la cara) el ser será otra cosa que cuerpos y almas y, que yo y lo otro, que ayer y mañana. Todo depende de... (una frase tachada).

(…)


Capítulo 80


Cuando acabo de cortarme las uñas o lavarme la cabeza, o simplemente ahora que, mientras escribo, oigo un gorgoteo en mi estómago,

me vuelve la sensación de que mi cuerpo se ha quedado atrás de mí (no reincido en dualismos pero distingo entre yo y mis uñas)


y que el cuerpo empieza a andarnos mal, que nos falta o nos sobra (depende).
De otro modo: nos mereceríamos ya una máquina mejor. El psicoanálisis muestra cómo la contemplación del cuerpo crea complejos tempranos. (Y Sartre, que en el hecho de que la mujer esté "agujereada" ve implicaciones existenciales que comprometen toda su vida.) Duele pensar que vamos delante de este cuerpo, pero que la delantera es ya error y rémora y probable inutilidad, porque estas uñas, este ombligo,
quiero decir otra cosa, casi inasible: que el "alma" (mi yo-no-uñas) es el alma de un cuerpo que no existe. El alma empujó quizá al hombre en su evolución corporal, pero está cansada de tironear y sigue sola adelante. Apenas da dos pasos
se rompe el alma ay porque su verdadero cuerpo no existe y la deja caer plaf.
La pobre se vuelve a casa, etc., pero esto no es lo que yo. En fin.

(...)


Capítulo 83


La invención del alma por el hombre se insinúa cada vez que surge el sentimiento del cuerpo como parásito, como gusano adherido al yo. Basta sentirse vivir (y no solamente vivir como aceptación, como cosa-que-está-bien-que-ocurra) para que aun lo más próximo y querido del cuerpo, por ejemplo la mano derecha, sea de pronto un objeto que participa repuganantemente de la doble condición de no ser yo y de estarme adherido.

Trago la sopa. Después, en medio de una lectura, pienso: "La sopa está en mi, la tengo en esa bolsa que no veré jamás, mi estómago." Palpo con dos dedos y siento el bulto, el revolverse de la comida ahí dentro. Y yo soy eso, un saco con comida adentro.

Entonces nace el alma: "No, yo no soy eso."

Ahora que (seamos honestos por una vez)

sí, yo soy eso. Con una escapatoria muy bonita para uso de delicados: "Yo soy también eso." O un escaloncito más: "Yo soy en eso."

Leo The Waves, esa puntilla cineraria, fábula de espumas. A treinta centímetros por debajo de mis ojos, una sopa se mueve lentamente en mi bolsa estomacal, un pelo crece en mi muslo, un quiste sebáceo surge imperceptible en mi espalda.

Al final de lo que Balzac hubiese llamado una orgía, cierto individuo nada metafísico me dijo, creyendo hacer un chiste, que defecar le causaba una impresión de irrealidad. Me acuerdo de sus palabras: "Te levantás, te das vuelta y mirás, y entonces decís: ¿Pero esto lo hice yo?"

Como el verso de Lorca: "Sin remedio, hijo mío, ¡vomita! No hay remedio." Y creo que también Swift, loco: "Pero, Celia, Celia, Celia defeca."

Sobre el dolor físico como aguijón metafísico abunda la escritura. A mí todo dolor me ataca con arma doble: hace sentir como nunca el divorcio entre mi yo y mi cuerpo (y su falsedad, su invención consoladora) y a la vez me acerca mi cuerpo, me lo pone como dolor. Lo siento más mío que el dolor o la mera cenestesia. Es realmente un lazo. Si pudiera dibujar mostraría alegóricamente el dolor ahuyentando el alma del cuerpo, pero a la vez daría la impresión de que todo es falso: meros modos de un complejo cuya unidad está en no tenerla.

Rayuela, J.C.

miércoles, 30 de junio de 2010

El puente

Yo era rígido y frío, yo estaba tendido sobre un precipicio; yo era un puente. En un extremo estaban las puntas de los pies; al otro, las manos, aferradas; en el cieno quebradizo clavé los dientes, afirmándome. Los faldones de mi chaqueta flameaban a mis costados. En la profundidad rumoreaba el helado arroyo de las truchas. Ningún turista se animaba hasta estas alturas intransitables, el puente no figuraba aún en ningún mapa. Así yo yacía y esperaba; debía esperar. Todo puente que se haya construido alguna vez, puede dejar de ser puente sin derrumbarse.
Fue una vez hacia el atardecer -no sé si el primero y el milésimo-, mis pensamientos siempre estaban confusos, giraban siempre en redondo; hacia ese atardecer de verano; cuando el arroyo murmuraba oscuramente, escuché el paso de un hombre. A mí, a mí. Estírate puente, ponte en estado, viga sin barandales, sostén al que te ha sido confiado. Nivela imperceptiblemente la inseguridad de su paso; si se tambalea, date a conocer y, como un dios de la montaña, ponlo en tierra firme.
Llegó y me golpeteó con la punta metálica de su bastón, luego alzó con ella los faldones de mi casaca y los acomodó sobre mi. La punta del bastón hurgó entre mis cabellos enmarañados y la mantuvo un largo rato ahí, mientras miraba probablemente con ojos salvajes a su alrededor. Fue entonces -yo soñaba tras él sobre montañas y valles- que saltó, cayendo con ambos pies en mitad de mi cuerpo. Me estremecí en medio de un salvaje dolor, ignorante de lo que pasaba. ¿Quién era? ¿Un niño? ¿Un sueño? ¿Un salteador de caminos? ¿Un suicida? ¿Un tentador? ¿Un destructor? Me volví para poder verlo. ¡El puente se da vuelta! No había terminado de volverme, cuando ya me precipitaba, me precipitaba y ya estaba desgarrado y ensartado en los puntiagudos guijarros que siempre me habían mirado tan apaciblemente desde el agua veloz.


Franz Kafka

miércoles, 23 de junio de 2010

Salí de donde estaba toda la gente porque no podía controlar la cantidad inmensa de agua que escapaba de mi cuerpo. Me senté en un rincón y pareció parar, al menos yo había parado. A la orilla de mis piernas descansaba un bicho, lo vi, lo dejé porque no me hacía nada, porque pensando tanto en mi y en el agua y en si me parezco a quién y si me quiero parecer y esto y aquello, la abeja ya era parte inmóvil del paisaje. Yo escuchaba a Lucas que me decía cosas que me hacían sentir menos peor, que achicaban esa sensación horrible de te decepcioné ah si, vos sos humano y yo también, si fueras mi amigo me darías la mano yo cada vez entiendo menos. La cosa es que ahí estaba acompañada sintiéndome menos peor y menos empapada y a lo lejos estaba, contra la pared de enfrente una abeja o una avispa del tamaño de mi brazo, hermosa que entendía y hablaba y que era imposible que fuera de este mundo pero en ese momento y después de tanta agua era lo más natural.
La abeja-avispa-hermosa-del tamaño de mi brazo-que entendía y hablaba miró hacia mis piernas y gritó. Pensé que se había asustado y no me costaba moverme para aplastar esa cosa minúscula que apenas se movía. Pero inmediatamente el grito se convirtió en la fuerza del agua que me salía segundos antes, y la mujeravispa empezó a sacudirse, estremecerse de dolor.
Aplasté a la abeja bicho porque tras el grito quería terminar con el miedo de la abeja humanizada. Qué error más grande. Cómo despertarse después de saber que siempre es peor un alarido de dolor.


Nota: Ahora que lo pienso se parece a cuando en primer grado agarré el cuaderno araña de Guille para sacarle la "plasticola que tenía pegada" y mi filantropía devino en una nota a mis papás comunicando que teníamos que llevar un cuaderno nuevo para el compañerito porque su hija se lo había roto. Guille es el día de hoy que no me creés. Fue de buena, en serio.

domingo, 20 de junio de 2010

martes, 15 de junio de 2010

happy new year

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Asì la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.
J.C

martes, 8 de junio de 2010

La casa

Mudarse es agitar las cosas, soplar el polvo. No tuve tiempo para pensar desde que llegué, no sé si acaso de sentir. Tampoco sé si se requiere de tiempo o de pensamiento para que sea posible significar los sentimientos. No es una discusión que me quiera dar ahora, tal vez también por falta de tiempo, o a lo mejor por falta de interés.
La cuestión es que cuando uno se muda tiene la posibilidad, si quiere, de observar la movilidad de las cosas. Qué es posible de ser movido y qué no. O peor aún, algo más temido, ver qué es lo que se lleva inevitablemente. Cuáles son las cosas que parecieran estar fuera de nuestro cuerpo pero que al fin y al cabo sobreviven inalterables a cualquier movilización. Yo todavía no sé de esas cosas. Sólo sé que últimamente la excusa del tiempo me viene bien.

viernes, 21 de mayo de 2010

martes, 18 de mayo de 2010

una niñatura se enmaraña tanto
como
una bola de rulos y
de nudos y
de hilos
que se arrastran y
cuelgan
de
una niñatura que se enmaraña tanto.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Excluìmonos

Tengo manos de tijera y mi cuerpo es de papel. Juan tiene sus dedos de fuego y tal vez su cuerpo sea también de papel.

Hay días en que nos queremos, y en esos días, en el afán de abrazarnos nos cortamos y nos quemamos. Es que nuestros cuerpos son de papel, de árbol y de palabra, pero nuestras formas de alcanzarnos son de filo y movimiento.

Los demás días, esos en que no nos queremos, el se quema y yo me escribo, a el se le hace un hueco y yo me hago tajos cuando corro y duermo, porque también corro en sueños.

Y nos volvemos a querer. Y yo lo acaricio, y el me abraza. Y nuestros cuerpos son de papel. No corre sangre.

jueves, 6 de mayo de 2010

Jardín primitivo

La abuela no paraba de destejer. Una vez me dijo: A la hora de la siesta todos somos monos, vos dormì monito. Chau bufanda. La abuela se había vuelto loca.
Dijo que ella destejìa porque tenìa que desenredarse todos los puntos que la cultura le habìa tejido en el cerebro. Chau suèter, afuera mamà. Ella movía las manos, agitaba el aire. No se habla con los ojos llenos monito. Yo me callè cerrando los ojos, asì no decìa nada de còmo veìa que ella movìa las cosas con hilos invisibles. Chau casa, gatito a la selva. Yo destejo el mundo para que vos te puedas abrigar. Chau cruz, chau anillo.
Cuando la abuela me explicò por què destejìa yo entendì que era porque todos esos libros le pesaban la cabeza. Hasta que me destejiò a mì. Chau monito, a la selva. Abracè al gatito y sentì calor, supe que no era ese el abrigo al que se referìa.
Empecè a destejer.

miércoles, 5 de mayo de 2010

cansancio crónico o tormenta de cerebro

La muy melodiosa y pegadiza, que se capta y recuerda tan fàcilmente.
Ese balanceo.

Aquì yace mariana, la chica que nunca se parò de preguntar.

jueves, 29 de abril de 2010

con vos la paz es aburrida

¿A quièn le declararìa la guerra? ¿Còmo comprometerme tanto? ¿Còmo elegir un sòlo punto donde dirigir todas mis bombas? Quizàs si la pregunta fuera a què y no a quièn serìa màs fàcil. La abstracción siempre me es màs fàcil. Por eso mis manos siempre terminan tocàndose a sì mismas. Le declararía la guerra a mi jaula, pero otra vez no puedo responder a la consigna. Y me da bronca no poder declararle la guerra a nadie, tanta bronca que me dan ganas de declararle la guerra a la guerra y otra vez la meta abstracciòn sumada a la contradicciòn. Odio la guerra y odio que se confunda con el amor. Le declararía la guerra a las personas que dicen que hacer el amor es hacer la guerra. No, no se las declararía, les vomitaría la cara. Es verdad, prefiero dirigir mis bombas a los que piensan que el amor es una relación tranquila, a esos sì: les declaro la guerra.

Otras guerras:
http://naokotweed.wordpress.com/2010/04/24/guerra-por-favor/
http://estoymedioopa.wordpress.com/2010/04/26/desavenencia-y-rompimiento-de-la-paz-entre-dos-o-mas-potencias/
http://sinsecretosnohayamor.wordpress.com/2010/04/25/declaracion-de-guerra/

miércoles, 28 de abril de 2010

un algo

Toma uno:
Primerísimo primer plano, yo vas corriendo y de improvisto tu él yo caen al piso. (punto)

Toma dos:
Desde la ventana.
El amarillo no se anima a salir, pero observa atentamente.

Toma tres:

Él yo vos ahora soy trébol de cuatro hojas.
Un desesperado que corre en el parque, cae. busca con deseperanza en el suelo. encuentra a un trébol de cuatro hojas. se deja llevar por su egoísmo y te arranca tu mí su nuestra vida para extorsionar a su mí tu nuestro destino que es tan poderoso como cobarde.

Toma cuatro:

Violeta. cuatro dimensiones.ya nos encontramos y desencontramos en "El más allá"... ahora con nuevo nombre a causa de lo anterior, pongamosle "El más acá". (aquí de nada sirve este punto)

martes, 27 de abril de 2010

sábado, 24 de abril de 2010

no tiene nada que ver pero... què mal me cae Descartes

Viste que las palabras son palabras y que no pesan nada, y que no cuestan nada, y lalala mirà todas las que uso de lo gratis que son. Ay sì, què livianas, como una pluma que hace cosquillas. Pero a veces se pegan, y andà a recuperarlas. Ahì te quiero ver.

viernes, 23 de abril de 2010

usted se tendiò a tu lado

Adoro el agua, cuando está transparente y se puede entender la piel. Que se mueva y que acaricie y que lo que entra pesando pueda flotar. Me dieron ganas de llamarte y decirte si querías dar una vuelta o comer, o tomar una cerveza. Me acordé de tus ojos redondos-redondísimos que nunca entendí si me terminaban de gustar. Y pensé en por qué llamarte a vos y no a otra persona y en qué te hubiese dicho si me preguntabas que por qué te llamé. Me dieron ganas de llamarte porque necesitaba alguien con quien hablar noenserio, y vos sólo hablabas de mentiras, aunque eso de las mentiras no te lo hubiera dicho. Quería alguien que no me conociera y que tampoco tuviera ganas de conocerme ni se dejara conocer. Sólo supe de tu sarcasmo (estúpido) y vos de mí, las partes de La maga que nadie quiere ser. También me dieron ganas de llamarte porque necesitaba ver a alguien que no tuviera especiales ganas de verme, porque yo quería solamente irme lejos y no tener que lidiar con la culpa de mi utilitarismo, cosa que también hubiese callado. Hundiendo la cabeza en el agua se me ocurrieron todas esas cosas, pero me acordé que había borrado tu teléfono, y pedirlo hubiera hecho que se perdiera la espontaneidad del gesto, que en ese momento, era imperiosa.

lunes, 19 de abril de 2010

Me balanceo,

me balanceo,
me balanceo,
me
bal
an
ceo,
hasta que mis pies empiezan a correr. Pero mi torso va màs ràpido, y el cuello todavía màs. Comienza a estirarse, ahora es màs largo que el de una jirafa muda y ahora deja de ser animal porque llega a dar la vuelta a la esquina. Por momentos la cabeza cansada cae y se mueve en forma de para avanzar, en forma de para escapar, en forma de para que no la alcance eso que viene atràs y no son mis pies. La pera empieza a dolerme y se me hace la marca que tiene la mitad del mundo que se cayò de chico y se le rompiò la pera (ahora pertenezco a un nuevo grupo de la humanidad aunque hace segundos dije que ya no era animal). La pera sangra y la cabeza levanta vuelo. Van cayendo gotas rojas que dejan un sendero parecido al de Hansel y Gretel, pienso que bien podrìan ser migas de tiempo, miedo y dolor. Como las de Hansel y Gretel. Tambièn pienso que es un sendero que no es necesario marcar, porque nada que pueda ser marcado por migas de tiempomiedoydolor necesita ser marcado. Si lo que quiero es desprenderme de las garras del tiempo, yo no quiero las migas, el balanceo es justamente para volar.

jueves, 15 de abril de 2010

si no fuera por el casi

Casi que me toca un boleto capicùa, sino fuera por el casi (la señora que estaba adelante mìo) me tocaba. Casi me pongo contenta y casi me siento especial. Casi le aviso a la señora para que se sienta contenta y especial.
Los primeros casi se entienden (sino, 41315). El ùltimo tiene que ver con dos cosas: La primera es que no pude identificar bien a la señora (reconozco que tampoco me esmerè demasiado); la segunda (y verdadera) fue que no me quise sentir estùpida si ella no se sentìa contenta y especial.

miércoles, 14 de abril de 2010

Estos demonios II

(Abrir la boca grande, muy grande, como para que salgan los monstruos)

Dejarse estar, un grave error, de esos que no se olvidan, como cuando a los seis le dije a la peluquera que me corte el pelo por abajo de las orejas, cuando en realidad querìa que fuera por arriba de los hombros.
Llorè.

(La debilidad del lenguaje, la precariedad de la boca)

martes, 13 de abril de 2010

Estos demonios

Me duele la muela y deslibidinizo el mundo. Ya no hay nada fuera del dolor. Ya no hay nada dentro del dolor. No hay pobreza, no hay injusticia, no hay lugar vacìo en mi cama que llenar. El dolor es tan grande que aplasta todo. Hasta la historia. Me duele la muela y deslibidinizo el mundo. Nunca hubiese pensado en la importancia de los dentistas para que sea posible pensar en el amor y la revoluciòn, que quizàs sean lo mismo.
l........................................
.............l..........................................e
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miércoles, 7 de abril de 2010



Habita en mì el germen del desorden y lo acepto mientras me cuelga de cada uña una idea diferente, un pedazo de sàbana, un saquito del tè de ayer. Invierto tiempo, me invierto en el tiempo y reposa cada idea, la cama deshecha, la taza vacìa en su nuevo sur. A mi cabeza el piso le sienta bien. Y me invierto con el tiempo porque nada puede estar en su lugar y necesito creer que es gracias a mì, porque tengo el germen del desorden y si el mundo es un caos entonces yo soy dios.

sábado, 3 de abril de 2010

los viajes, esos parèntesis

Viajar es un cìrculo vicioso. Màs que nada cuando hacès dedo porque la gente que te levanta es la que puede entender que estès en el medio de la ruta con el pulgar hacia arriba y poco equipaje. Y generalmente si puede entender eso es porque le gusta viajar. Si le gusta viajar de lo primero que se va a hablar es de dònde se viene y a dònde se va, y despuès , a dònde se ha ido y a dònde se irà.
Todas esas charlas de lugares increìbles del norte y del sur, de un u otro lado del charco, despiertan.
Y ahì te quiero ver.

martes, 30 de marzo de 2010

lunes, 29 de marzo de 2010

¿què no quiero? (soportar la sangre)

A veces miro por mi ventana mientras estoy acostada- en silencio- en mi cama y comienzo a recordar còmo me sentì ese dìa. Entonces veo mi cuerpo salir por la ventana gritando loco de ira mientras hace un balanceo cuyo objetivo es chocarse con cualquier parte del mundo. Desde mi cama -mirando mi ventana- pienso que no me quiero olvidar nunca de ese dìa, de esa ira, quiero recordarlo y entonces nunca màs sentirme culpable.

sábado, 13 de marzo de 2010

lo siniestro

y tuviste que decir cualquier cosa en primera persona del plural para demostrarme que en algùn lugar, aunque sea en una oraciòn, estàbamos juntos.

jueves, 4 de marzo de 2010

pedazo

Siempre fui tan amiga de las palabras, amante de las palabras, enamorada de las palabras, siempre fui palabras. Pero para ser palabras se necesita no necesitar de las palabras. Y para no necesitar de las palabras el corazón tiene que ser noble, quizás incluso no necesitar pedir perdón. Las palabras no alcanzan para pedir. Es casi una ley. Las palabras no alcanzan para dar. Las palabras alcanzan sòlo cuando no se las necesita y sòlo no se las necesita cuando el corazón es lo suficientemente noble para guardar silencio y sentirse en paz.

Un día de repente, vergonzosamente mis palabras no alcanzaron. Yo estaba tan pequeña, tan hormiga, y los receptores tan altos. Tan increíblemente chica. Tan estúpidamente chica. Tan merecidamente chica. Empecé a sentir mis palabras amputadas, palabras como muñones, palabras sin propulsión. Había quedado por primera vez del otro lado del puente, en la otra orilla del lenguaje.

sábado, 27 de febrero de 2010

lunes, 22 de febrero de 2010

lista de cosas que quise hacer hoy


  • organizar algunas cosas de educaciòn para la salud
  • mail a mis amigas para contarles que sì, que ayer fue domingo pero hoy ya estoy bien
  • mail a la cátedra
  • planear huida al mar o a un lugar sin tantos edificios
  • arreglar juntadita con la banda
  • recuperar mi tarjeta de débito
  • depilarme
  • conquistar el mundo ¿?
5 % està bien no?
El colectivo arranca vacìo. Vamos el chofer y yo en algùn asiento de atràs, pero yo bien podrìa no estar -El colectivo que viaja vacìo es una de esas imàgenes que se condice con el sentimiento que uno tiene al toparse con la imagen que lo representa, una de esas imàgenes que a su vez deja de ser lo que es en el momento en que es presenciada por un par de ojos- El colectivo que no viaja vacìo porque voy en èl, aunque chiquita, hay que hacerse cargo de la propia existencia.

sábado, 20 de febrero de 2010

como el granito de arena, pero anarquista

"Nuestro trabajo no se perderà- nada se pierde en este mundo- ; las gotas de agua aun siendo invisibles, logran formar el ocèano"

M. Bakunin

domingo, 14 de febrero de 2010

El año nuevo chino: Una experiencia muy occidental

El domingo fuimos a bienvenir el año al barrio chino, comimos arrolladitos, tomamos cerveza con ideogramas, hubo quien se comprò un abanico y vimos pasar al dragòn unas cuantas veces. Podrìa haber sido una experiencia exòticamente ètnica, pero debo admitir que nos llevamos una sorpresa cuando nos sobraban los dedos de la mano para contar la gente con ojos achinados. Las calles, los puestos, sì, hasta tristemente el dragón estaba siendo llevado por gente rubia o de bobos ojos redondos. Llegamos a la conclusiòn de que los chinos habiendo contratado mano de obra barata estaban festejando el nuevo año en punta del este o pinamar.