martes, 29 de septiembre de 2009

sábado, 26 de septiembre de 2009

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Hoy vi a una chica oscura. No era nada como un pájaro. Bien podría haber sido una tortuga Ninja, la rata de las tortugas ninjas. Tenía un taper de semillas de girasol. Era una máquina de comerlas, las pelaba espectacularmente. Sin parar. Yo no podía dejar de mirarla. Tiraba las cáscaras en el mismo taper de donde las sacaba. crac crac crac crac. Quise saber todo de ella, su ropa, su cara, ella escapada de un cuento y aparecida en el línea D. La línea D forme, la línea D limitada. Todo aquéllo en una sola línea, todo aquéllo en una sola chica con dientes de conejo, y ropa larga, ropa infinita. No pude dejar de mirarla, dejar de inventarla subiendo las escaleras, saliendo de la alcantarilla a la superficie. A seguir comiendo girasol, siendo mirada en su cocina, comprando ropa negra, escondiéndose el pelo. Comiendo girasol.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Esto no es la soledad. Esto es estar pensando a las ocho de la mañana el dìa del estudiante, habiendo empezado ayer la primavera. O estando aùn en pleno invierno. Esperando a esa cosa que empieza cuando vas a roca y florecen los ciruelos. Esos àrboles que no dan ciruelas pero tienen unas flores tan lindas. Que crecen en la Mitre. Tan bonitos. Y la Mitre, què calle, què calle roquense y con artìculo, que no calle.
Quizà la primavera sea eso, poner el la antes de dar una direcciòn.

sábado, 19 de septiembre de 2009

jueves, 10 de septiembre de 2009

Porque a este mundo bicicleta no se le acaban las vueltas y te digo corriendo que es necesario no parar y que nunca-sobre-ni-siquiera-un-segundo. Que es necesario que todo sea dicho hasta que no quede nada. Que nos desnudemos el misterio, que no nos quede puesta ni una media de historia, que nos saquemos todo hasta desarmarnos en palabras, hasta quedar tan raquíticos que seamos y nos veamos como eso. Algo tan hermoso como las palabras. Algo que grita pero al final se lo lleva el viento. (casi siempre)

martes, 8 de septiembre de 2009

tu pueblo me mira como si yo fuera otra
y yo no puedo dejar de mirarte con cara de pueblo
con cara de años
con cara de que pares de mirarme
con esa expresiòn muda
de Marat en la bañera
de gente con voz callada
de pez apoyado en el vidrio de una pecera

se ven tus personas atràs en los ojos
estàn amontonadas
se quieren escapar por entre los pàrpados
brazos mìnimos que se estiran para alcanzar desesperados

Por eso digo que pares de mirarme con esa cara
que sino,
no me sale mirar para otro lado

domingo, 6 de septiembre de 2009

buenas noches angela (con maría, obligadas a saltar)

dos se disuelven en tres. pero éstas dos son indisolubles.
ángela, tan tibia, siempre oscura.
el algoritmo de los jueves no entiende la resolución de su tardecita. no le caben las horas, porque éstas en la tardecita del jueves, pasaron de moda.
los nudos, las manos, los hilos de ángela atándonos firme, obligadas a saltar.
ángela, tan tibia, siempre oscura.

buenas noches Àngela

Hace días que vengo pensando que la luna está vacía. Que si la podré llenar alguna vez, algún ratito. Que si ademàs eso serìa bueno o si despuès resultarìa que la quiero vaciar, para que pueda contener cosas. Y entonces se me ocurre que sì serìa bueno, llenarla para volverla a vaciar así puede contener. Y que ya sè que puede sonar, y sì, ser cìclico, pero acaso no es la luna, que està vacìa, que gira, que la quiero llenar, y que si lo logro capaz...

miércoles, 2 de septiembre de 2009

las palabras y las cosas

Escuchè que un pàjaro vio la muerte en su nido. Se llama jaula, gritè. Oì respuesta.
No se llama nada, ya no està.