jueves, 13 de agosto de 2009

pragmatismos


A veces en casa cuando se abre la canilla salen peces. Si es la de la bañera cuando está el tapón puesto quedan ahí coleando. Un jardín japonés en el ala izquierda de la casa. A diferencia, cuando están en la cocina no corre la misma suerte para los peces, sí para la señora que prepara la cena, zás!, fillet de merluza a las nueve de la noche. Cuando la canilla que se abre es la de la bacha del baño tampoco se desperdicia, eso si, los peces se mueren a la larga, pero el olor evita que a los invitados les dé vergüenza hacer el dos.

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