domingo, 22 de abril de 2012

todos esos nombres aplastados por la nada

Veo todos esos nombres que pisoteè o me enterraron siendo una sola cosa. Trato de ver su parto, hacer la genealogìa de su mùsica. Sonrìo ahora que Sublime, Postishead, Totò no vienen con caras agregadas.
Sòlo sobrevive quien no se deja repetir, el que atienda su juego, y el que no, el que no...
Ahora saltando un poco a la derecha de la soga ¿Cuàntas imàgenes habrè suplido? Se necesita un rasgo, solo uno. Si me habrè prendido de barrios, nacionalidades, incluso la expresiòn de abrir grandes los ojos,  regar una planta con paciencia infinita.
Todo ese barro inevitable cubriendo las miles de caras que atormentan a un sólo nombre. No soy màs que mentiras que me asesinan, escondidas detràs de la sinceridad absoluta que si sabe de algo con su grandeza es esconder. Una y otra vez como si no existiera el tiempo ni quien fuera salvador. No hay a quien mentirle, a quien dejar.
Sin embargo esta mano, ese pie que beso, los moretones ancestrales de la piel ahì estàn, ya amarillos como las hojas con su tiempo.

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