Ahì estaba el lìmite, a la espera de ser deshecho, pero no, la lìnea se arrastra, repta hasta mi mandìbula, paradòjicamente se estira, se asoma a mi boca para ser destrozada. Le doy un beso, asì no tiene gracia, dònde queda la emociòn del ring raje si la vieja tiene ganas de que le toquen el timbre. Ah no, así no me dan ganas, usted lìmite, limite que entonces yo lo cruzo, lo despedazo, le juego a la rayuela encima.
4 comentarios:
Esto sì q es muyyyyy Mariana
M
devorador...
me re gusta. Y coincido. En privado te cuento a que lo aplicas, muy bien.
ja, què intriga che
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