sábado, 7 de julio de 2012


Están los que llegan a vivir a buenos aires y dejan su vida pueblerina para formarse en el arte de aprovechar.
Un va a la ciudad y debe aprovechar a recibirse, a tener experiencia laboral. Pero además de eso están quienes realmente se toman  su migración a buenos aires en serio. Porque la vida de aprovechadore no  es nada fácil. Debe comprometer cada minuto  de óseo. Debe aprovechar cada muestra de fotografía, festival de jazz, curso gratis de lo que sea, incluso cuando lo que sea sea origami en papel reciclado o danzas árabes con vestuario azteca. Une aprovechadore debe aprovechar como por recuperación histórica, porque antes no había nada y ahora hay casi todo, y gratis si se sabe buscar.
Después de un día de estudio o trabajo aprovechadore debe ir a la guerra de almohadas en el planetario y aunque esté muerte de cansancio no puede dejar de aprovechar la noche de los museos, ver gratis a mimi maura para después ir a bailar a una fiesta de música balcánica porque es viernes y por sobre todas las cosas hay que aprovechar.
Con los años, aprovechadore logra darse cuenta que no necesariamente tiene que ir a los debates de evolucionistas con la iglesia, ni conocer todos los parques de la ciudad ni ir a todo porque sea gratis, porque que sea gratis no se acaba necesariamente mañana. Entonces aprovechadore se sienta en su casa, tiene un gato, se pone Internet y sólo a veces cuando alguien le cuenta del festival de artes marciales con mùsica hindù se queda en la casa con su gato, un libro y ese poquito de culpa con la que cualquier ex aprovechadore debe aprender a vivir. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encantoooooooooooo
M