viernes, 20 de agosto de 2010

Debajo de mi piel estaba la muerte. La muerte no sentada. La muerte sin rincón. Detrás de mis manos la sombra arremolinada.

La sombra es esa parte de mi sangre que espera agazapada.
Mi mano es esa parte del mundo que se arrastra entre la tierra.

2 comentarios:

ele de elefante dijo...

me gusta.
te extraño tambièn.

marìa lluvia dijo...

y yo
igual