(pero quizás el peso sea la ilusión que salva, que me hace menos muerta)

Me pongo a pensar en la tristeza y en cómo hace que se sienta mi cuerpo. No. Me pongo a sentir la tristeza y trato de entender como hace que me sienta. No. Siento la tristeza y pienso en sus formas. Creo que es eso. Me doy cuenta que nada de lo que pienso.no.siento es original, quizás eso lo haga más real o no. definitivamente no. Quizás lo difícil se trate de aceptar lo obvio y lo universal estando tan acostumbrada a las contradicciones. Quizás de ese vacío se trate también la tristeza. Y aquí sin quererlo me topo con mi primer contradicción en lo que antes era un claro pensamiento donde las ideas forman fila y marchan hacia un mismo lugar. Me levanto un poco, miro mis manos y mis palabras azules mientras escribo, porque me siento más liviana de poder escribir y de sacarme un poco de ideas de mi sangre. Me levanto porque estoy más emocionada y más liviana y menos pesada porque escribir me hace estar menos triste y ahí quería llegar. Al bobo punto de que la tristeza pesa - me vuelvo a recostar sobre mi mano izquierda-. y cuando se muere alguien te dan el pésame y uno se hunde más y´siente que los pies escarban la tierra y si se está en un pileta uno cae y cae hasta tocar el fondo con suerte la cabeza rebota y el agua acaricia la cara y moverse cuesta hay que arrastrar los pies y tristeza es pesar y la cabeza va baja mirando como se entierran los pies la cabeza como un yunque ya no veo mis piernas y llegué adonde quería llegar adonde no quería llegar.