miércoles, 16 de enero de 2013
poema
lunes, 18 de junio de 2012
HAPPY NEW YEAR
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Asì la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres
viernes, 8 de junio de 2012
jueves, 31 de mayo de 2012
martes, 10 de abril de 2012
manada
Para reírnos sin miedo y andar desatados el sur nos encuentra cerca . Festejo el tiempo que me dan, asì, suelto, hacia adelante y hacia atràs. Sin el terror de que desaparezca esta magia que tenemos de curarnos por un rato, y que el resto sea no parar de reencontrarnos.
martes, 10 de enero de 2012
miércoles, 30 de noviembre de 2011
sus muertes imaginarias
miércoles, 17 de agosto de 2011
there's a funny feeling 'round my heart
I want to be somebody's baby doll so I can get my loving all the time
I want to be somebody's baby doll to ease my mind
He can be ugly, he can be black, so long as he can eagle rock and ball the jack
I want to be somebody's baby doll so I can get my lovin' all the time,
I mean to get my lovin' all the time
martes, 12 de julio de 2011
jueves, 4 de noviembre de 2010
mírela como si nunca la hubiera visto
Esos dìas andaba yo jugando a la científica de la vida cotidiana, pidièndole que por favor si iba a romper un paradigma, tirar abajo mis supuestos, subvertir la hipótesis de que él me amaba aunque fuera una máquina de decirme no, lo hiciera con cuidado, porque aùn en mis dìas màs positivistas, tenìa corazòn.
martes, 26 de octubre de 2010
la niña que sigo siendo
Gustar de un chico es que èl no guste de vos y entonces no decirle a nadie, nunca.
viernes, 8 de octubre de 2010
la vida, ese paréntesis
Me desperté como todos esos últimos días a las siete de la mañana con el corazón latiéndome como si llegara tarde, aunque todavía tuviera casi una hora más de sueño (pero los nervios son insómnicos así que) dí una vuelta más entre las sábanas vacías (de ese día, la semana anterior, y seguramente las que vendrían), agarré el conejo mínimo (que había sido robado en un rapto de valentía con la excusa, acto psicomágico o requerimiento moral de buscarle un hogar mejor) que había aterrizado (sin meditación mediante) en mi cama para seguramente quedarse como compañero infinito; agarré sus manos e hice que me tocaran la nariz y el cachete.
Parte II
Bajé. La casa grande tenía un silencio que lo devoraba todo. Todo. Mis pantuflas devoraban los sonidos de mis pies. Las siete de la mañana devoraban el sonido del día. El ruido del sueño de las amigas. La música eterna del inquilino.
Parte III
Pensé que estas siete de la mañana que me llamaban últimamente eran un paréntesis del tiempo. Del mundo. Que eran un paréntesis que me gustaría llenar con mate (que hiciera ruido al terminarse el agua) y con tostadas (que se escuchara el resorte de la tostadora (si es que las tostadoras tienen resortes que hacen ruido))
Parte IV
Pensé: paréntesis, mirá cómo te lleno con (ruido de mate, tostadas y recuerdos)
Parte V
Había en la mesa una azucarera, la azucarera. Yo no le pongo azucar al mate, pero la revuelvo mientras tomo.
Parte VI
Ahí entre los pliegues de mi cerebro encontré la escena de aquélla vez, la única vez que decidí declararle mi amor a alguien. Que lo decidí, y creí concretarlo. No como cuando encerrada en el placard juraba decirle hoy, sí hoy, no pasa de hoy, a Miguelito que gusto de él, sí que si quiere ser mi novio, salgo del placard voy al jardín y se lo digo. Esas veces no. Digo que encontré las imágenes apalabradas de cuando sí me creí tan valiente. Ahh, El Amor y La Verdad.
Parte VII
Declaración de amor:
Mirá, la verdad no entiendo cómo puedo gustar de vos si pienso que sos un cobarde, que nunca te jugás por nada, que no decís lo que pensás ni hacés lo que decís, que estás todo el día quejandote de todo y lo único que sabés hacer es destruir. (Puede que también haya utilizado algún equivalente a no valés nada, o alguien que valga tan poco)
Parte VIII
De repente el paréntesis se llena de gracia. Yo esperaba que con eso él quisiera ser mi novio, de alguna estúpida forma para mi eso significaba mirá todo lo que (te quiero)
Parte IX
(de nuevo) Qué estúpida.
Parte X
Pensé que si mi risa bailara se movería como los granos de azúcar al caer.
martes, 24 de agosto de 2010
eso
el nombre de tu nombre me golpea la cabeza, me dibuja el piso, me deshace el hambre. yo, cuentagotas de mar, espero impaciente que se acabe el cuento. o que vivamos vida.
en la línea que nos encuentra y nos vuelve dos, uno, otro, descansa el tiempo. con la mera pretensión que: de ahí para acá nombre, de ahí para allá tierra. y vos la línea. lo uno. lo otro. el trazo. los dos. el entero
la maraña me protege del resto. falsa la ilusión del cuidado, falso el escudo. la maraña no es sino el retorno de la recta deshecha, del tiempo desierto y sin mediación.
el nombre de tu nombre me atropella. habla por mí. escribe por mí. separa tu vos(z) de mi.
el nombre de tu invento es el nombre de todos los nombres. es el orden de las reglas del juego, el que no elegimos. el tirano que adoramos.
mi nombre no tiene eco sino en el hueco que tejen los límites de lo que nombras, del cielo de papel muerto, del cerco siempre abierto y que no lleva a ningún sitio, que no cede en ningún hecho.
la rosca de la tapa, el nombre del vacío, el significado libertario.
martes, 3 de agosto de 2010
jueves, 15 de julio de 2010
domingo, 20 de junio de 2010
lo imposible
Ay si sólo fueran los habitantes,
ay si sólo hubiera algo que separar.
martes, 15 de junio de 2010
happy new year
miércoles, 12 de mayo de 2010
Excluìmonos
Hay días en que nos queremos, y en esos días, en el afán de abrazarnos nos cortamos y nos quemamos. Es que nuestros cuerpos son de papel, de árbol y de palabra, pero nuestras formas de alcanzarnos son de filo y movimiento.
Los demás días, esos en que no nos queremos, el se quema y yo me escribo, a el se le hace un hueco y yo me hago tajos cuando corro y duermo, porque también corro en sueños.
Y nos volvemos a querer. Y yo lo acaricio, y el me abraza. Y nuestros cuerpos son de papel. No corre sangre.