Hay días en que nos queremos, y en esos días, en el afán de abrazarnos nos cortamos y nos quemamos. Es que nuestros cuerpos son de papel, de árbol y de palabra, pero nuestras formas de alcanzarnos son de filo y movimiento.
Los demás días, esos en que no nos queremos, el se quema y yo me escribo, a el se le hace un hueco y yo me hago tajos cuando corro y duermo, porque también corro en sueños.
Y nos volvemos a querer. Y yo lo acaricio, y el me abraza. Y nuestros cuerpos son de papel. No corre sangre.
5 comentarios:
Que lindos los encuentros de palabra escrita! los que se juntan en prosa dificil se junten en voz.
Aguante mucho de pájaro y hoja seca!
Aguante!
te quiero como un tonto
there is a woman who grows with the rain...
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