Están los que
llegan a vivir a buenos aires y dejan su vida pueblerina para formarse en el
arte de aprovechar.
Un va a la ciudad y
debe aprovechar a recibirse, a tener experiencia laboral. Pero además de eso
están quienes realmente se toman su migración
a buenos aires en serio. Porque la vida de aprovechadore no es nada fácil. Debe comprometer cada
minuto de óseo. Debe aprovechar cada
muestra de fotografía, festival de jazz, curso gratis de lo que sea, incluso
cuando lo que sea sea origami en papel reciclado o danzas árabes con vestuario
azteca. Une aprovechadore debe aprovechar como por recuperación histórica,
porque antes no había nada y ahora hay casi todo, y gratis si se sabe buscar.
Después de un día
de estudio o trabajo aprovechadore debe ir a la guerra de almohadas en el
planetario y aunque esté muerte de cansancio no puede dejar de aprovechar la
noche de los museos, ver gratis a mimi maura para después ir a bailar a una
fiesta de música balcánica porque es viernes y por sobre todas las cosas hay
que aprovechar.
Con los años,
aprovechadore logra darse cuenta que no necesariamente tiene que ir a los
debates de evolucionistas con la iglesia, ni conocer todos los parques de la
ciudad ni ir a todo porque sea gratis, porque que sea gratis no se acaba
necesariamente mañana. Entonces aprovechadore se sienta en su casa, tiene un
gato, se pone Internet y sólo a veces cuando alguien le cuenta del festival de
artes marciales con mùsica hindù se queda en la casa con su gato, un libro y
ese poquito de culpa con la que cualquier ex aprovechadore debe aprender a
vivir.
1 comentario:
me encantoooooooooooo
M
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