Para que las palabras no basten es preciso alguna muerte en el corazòn.
La luz del lenguaje me cubre como una música, imagen mordida por los perros del desconsuelo, y el invierno sube por mi como la enamorada del muro.
Cuando espero dejar de esperar, sucede tu caìda dentro de mi. Ya no soy màs que un adentro.
A.P.
2 comentarios:
marillú, extraño que me leas tus palabras, o esas que te gustan como suenan. te quiero y te abrazo desde lejos.
yo tambièn, yo tambièn
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