Y cuando la tormenta mental parece amainar aparece alguien
decidido a contar una nueva versión de la historia. Reeditar el dolor. Hacer
una remake macabra y romperte el corazón a fuerza de repetición.
viernes, 7 de noviembre de 2014
jueves, 6 de noviembre de 2014
barrio chico
Tengo que ir a pagar las cuentas para que las cosas dejen de vencerse, pero solo quiero llegar a casa, acurrucarme en mi cama con mi gata y una manta, imaginarme que es invierno y hace frío para que el peso de mi manta tenga sentido. La única idea que me seduce es la de sacar a pasear mi llanto como un gato escurridizo que se asoma entre los cierres de una mochila, ver mis ojos llorones reflejados en las caras de extraños e imaginarme lo que se imaginan, que es tan distinto a lo que me pasa. Y así, cuadra a cuadra dejar de ser yo mientras pago las cuentas con la esperanza de que al menos por un rato eso que creí que estaba, siga ahí.
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