El que se va se lleva su memoria,
su modo de ser río, de ser aire,
de ser adiós y nunca.
Hasta que un día otro lo para, lo detiene
y lo reduce a voz, a piel, a superficie
ofrecida, entregada, mientras dentro de sí
la oculta soledad aguarda y tiembla.
rosario castellano, amor
jueves, 24 de febrero de 2011
sábado, 19 de febrero de 2011
jueves, 17 de febrero de 2011
martes, 8 de febrero de 2011
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